¿Son los edulcorantes mejores que los azucares naturales?
Para quienes son amantes del sabor dulce, pero buscan cuidar su figura, esta ha sido la eterna batalla: el azúcar Vs los edulcorantes; y no es de sorprender, ya que desde hace varios años el mercado nos ha saturado con mensajes y productos destinados a sustituir a los tan temidos azucares naturales.
Sin embargo, trataremos de aclarar algunos mitos y verdades con respecto a estos dos productos.
En primer lugar, es necesario saber qué son los edulcorantes. Como su nombre lo indica, son sustitutos del azúcar simple, que se utilizan para lograr ese anhelado sabor dulce en platos y bebidas. Para ser más claros, un edulcorante es todo aquello que porta dulzor a todo aquello de otra forma no lo tiene.
Dicho esto, es necesario establecer que el azúcar de mesa y la miel, así como la estevia, el agave, el sirope de arce, entre muchos otros, entran en la categoría de edulcorantes de origen natural.
Ahora bien, ante la satanización que ha recibido el azúcar en los últimos años, han entrado en juego otros endulzantes de origen más químico, que no son muy saludables para nuestro organismo.
La sacarina, por ejemplo, es la más reconocida, aunque cada vez es más habitual que nos parezcan conocidos otros como el esteviol o el aspartamo que no dejan de ser, en sí mismos, aditivos artificiales que se incorporan al alimento, por lo tanto, no son tan saludables como nos los pintan.
También está el muy frecuente pero poco conocido maltitol (presente en gran cantidad de productos procesados de consumo habitual). Para la nutricionista Kharem Marín, “lo más importante a la hora de consumir un edulcorante, es leer el etiquetado porque, aunque digan que no contienen azúcar, no quiere decir que carezcan de la misma”.
Además, insiste en que no todos los edulcorantes son realmente beneficiosos, y enfatiza que los únicos aprobados por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU.) son: el Acesulfame-K; el aspartamo, la sucralosa y el neotame.
“A excepción del aspartamo, los edulcorantes antes nombrados no pueden ser descompuestos por nuestro sistema digestivo, es decir que pasa a través del mismo sin digerirse y no aportan calorías”, explica Marín. He allí la tan escuchada promesa de “sin grasa, sin culpas”.
Igualmente, Marín explica que, “los alcoholes del azúcar son carbohidratos, pero proporcionan menos calorías que el azúcar. Tienen menor impacto sobre la glucosa en sangre que otros carbohidratos. Se los utiliza para endulzar caramelos, goma de mascar, budines, helados, galletas y jarabes; los artículos hechos con alcohol de azúcares pueden etiquetarse como “libres de azúcar” o “sin azúcar agregada”.
Revise las etiquetas de los alimentos para ver los totales de calorías, grasas y carbohidratos, porque la versión sin azúcar puede ser muy similar al producto normal”.
En todo caso, lo más recomendable es siempre asistir a un especialista en nutrición o a su médico de confianza, para reconocer qué le viene mejor a su cuerpo, si un edulcorante o los endulzantes de origen natural.